Carmen tiene más de cien libros publicados que vuelan por el mundo hablando chino mandarín, taiwanés, hebreo, italiano, alemán, inglés?y así hasta quince idiomas. En realidad, lo que le hubiese gustado es ser hada madrina, pero los hechizos le salían regular: quería convertir un sapo en príncipe y lo transformaba en huevo frito. Por eso decidió dedicarse a hacer magia con las palabras. Y así ha obtenido varios premios, nacionales e internacionales; cuatro medallas de oro entre ellos. En un intento de convencer por encantamiento, realiza encuentros con lectores y da cursos de poesía infantil.