Suzanna siempre escuchó en su familia la historia de la herencia perdida de su bisabuela y de sus orígenes nobles. Sin embargo, la situación de su abuela Rosa, afectada por las deudas y el alcoholismo de su marido, la lleva a intentar descubrir si los rumores familiares son mito o realidad. Es así como la autora topa con una historia oculta y amarga: los experimentos de reeducación llevados a cabo en Veenhuizen a los que gran parte de sus antepasados fueron sometidos. Desde 1823, tres enormes instituciones del pueblo trataron de disciplinar a decenas de miles de familias urbanas pobres, para transformarlas en miembros útiles para la sociedad. Pero lo que comenzó como un plan inspirado para elevar la clase baja acabó convirtiéndose en una trampa. El paraíso de los pobres no es solo una historia sobre la pobreza en uno de los países del primer mundo, sino de una ingeniería social que en su origen buscó la restitución del individuo.