El cáncer es una proliferación incontrolada de células en la que también intervienen factores ambientales. La contaminación de las aguas subterráneas por arsénico inorgánico plantea varios problemas de salud, incluido el cáncer. La exposición crónica al arsénico (As) conduce al desarrollo de carcinogénesis cutánea, tanto de carcinoma de células basales como de células escamosas. La ingesta crónica de As conduce a la generación excesiva de ROS, que a su vez provoca daños en el ADN, las proteínas y los lípidos. La epigenética y la EMT desempeñan un papel crucial en la carcinogénesis cutánea. Se han adoptado varias medidas correctivas. Los pacientes con cáncer de piel se someten a cirugía, radiación y quimioterapia, que son caras y tienen efectos secundarios. Por lo tanto, la prevención del cáncer es una mejor opción. La quimioprevención mediante el uso de agentes no tóxicos que inhiben pasos moleculares específicos en la vía carcinogénica es la necesidad del momento. El uso de fitoquímicos para la quimioprevención ha sido aprobado en todo el mundo. Los fitoquímicos pueden actuar en todas las etapas de la carcinogénesis. El té, la popular bebida, tiene un enorme potencial anticancerígeno. El té negro tiene la capacidad de modular varios genes, proteínas implicadas en la carcinogénesis de la piel. Así, el té negro puede ser un fitoquímico potencial para contrarrestar la carcinogénesis cutánea por As.