Por una parte, el aumento vertiginoso de la población mundial, las urbanizaciones y las viviendas gigantescas, así como los avances en materia de infraestructura, han hecho que los investigadores, científicos e ingenieros se vean obligados a inventar materiales de construcción alternativos, innovadores, asequibles, ecológicos y esencialmente sostenibles. Por otra parte, las pilas de desechos modernos generados por equipos electrónicos y eléctricos desechados que se ha comprobado que tienen un impacto pesimista en el medio ambiente, las aguas superficiales y subterráneas, los suelos, además de la lixiviación de elementos altamente tóxicos que acompañan a los peligros para la salud humana. La incorporación de estos profusos desechos electrónicos reciclados con el hormigón no sólo lo convierte en "hormigón verde" sino que también ofrece una solución sistemática para gestionar sus vertederos a través de su consumo por una buena causa de presentación de material de construcción verde sin comprometer su sostenibilidad, resistencia y durabilidad.